Síndrome de Dolor Regional Complejo (CRPS)

A veces es fácil identificar la fuente del dolor crónico. Por ejemplo, es posible que puedas relacionar tu dolor con un accidente automovilístico reciente o una lesión deportiva. En otros casos, puedes experimentar dolor crónico de origen misterioso, y tal vez sospeches que has desarrollado una afección médica como artritis o un nervio pinzado en la columna. Sin embargo, existe otra fuente de dolor crónico que es más difícil de identificar porque es una condición de la que la mayoría de las personas ni siquiera han oído hablar. Se trata del Síndrome de Dolor Regional Complejo (CRPS, por sus siglas en inglés).

¿Qué es CRPS?

El síndrome de dolor regional complejo es una afección que causa dolor en el brazo, la pierna, la mano o el pie, que dura más de 6 meses. Algunos casos de CRPS son leves y desaparecen por sí solos; otros casos son graves y causan dolor y discapacidad a largo plazo. Por lo general, se desarrolla después de una lesión en la extremidad afectada, la cual provoca daño al sistema nervioso periférico (que es responsable de enviar las señales nerviosas al cerebro y la médula espinal) y al sistema nervioso central (que involucra las señales nerviosas del resto del cuerpo). Afecta a personas de todas las edades y de ambos sexos.

Síntomas

Si has sufrido de dolor crónico excesivo durante un tiempo considerable en tus brazos, piernas, manos, pies y tienes uno o más de los siguientes síntomas, debes pedirle a tu médico de columna que te evalúe para detectar el Síndrome de Dolor Regional Complejo. Los síntomas que apuntan a CRPS incluyen:

  • Dolor intenso, prolongado y a menudo constante
  • Dolor acompañado de sensación de ardor, opresión y / o hormigueo
  • Dolor que se irradia a toda la extremidad (a veces incluso a la extremidad opuesta), incluso cuando la lesión que causa el dolor solo afecta un área pequeña
  • Rigidez articular
  • Dificultad para coordinar el movimiento muscular o mover la extremidad afectada
  • Temblores en la extremidad afectada
  • Mayor sensibilidad al contacto normal con la piel
  • La textura de la piel en el área afectada puede volverse brillante y delgada
  • El color de la piel de la extremidad afectada puede volverse manchado, azul, rojo o pálido
  • La temperatura de la extremidad afectada puede ser más cálida o más fría de lo habitual
  • Sudoración anormal en el área afectada
  • Cambios en los patrones de crecimiento de las uñas y el cabello en el área afectada

Causas del Síndrome de Dolor Regional Complejo

No se sabe con certeza por qué algunos desarrollan el Síndrome de Dolor Regional Complejo después de una lesión y otros no. Sin embargo, los expertos coinciden en que quienes lo hacen experimentan una respuesta agravada a su lesión inicial. Al igual que algunas personas pueden comer mantequilla de maní o mariscos y no tienen una reacción negativa, mientras que otras experimentan reacciones alérgicas graves a esos alimentos, algunos sufren una fractura, un esguince, un corte o un pinchazo de aguja sin problemas graves, y otros padecen dolor extremo y síntomas duraderos de las mismas lesiones. La evidencia sugiere que, en algunos casos, el CRPS se transmite a través de los genes.

TRATAMIENTOS PARA CRPS

Actualmente, el síndrome generalmente se trata con una combinación de fisioterapia, psicoterapia y medicación. El ejercicio mejora el flujo sanguíneo, la flexibilidad, la fuerza y ​​la función de la extremidad afectada. La psicoterapia ayuda a evitar la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático que a menudo se desarrolla en personas que experimentan dolor crónico. Los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas del CRPS.

Las opciones menos comunes de tratamiento de CRPS incluyen inyecciones de bloqueo nervioso, cirugías para destruir los nervios que causan dolor, y estimulación con electrodos de la médula espinal. Continúan las investigaciones sobre CRPS y procedimientos efectivos. Los tratamientos prometedores en el horizonte incluyen el uso de inmunoglobulina intravenosa, ketamina intravenosa y ejercicios mentales conocidos como imágenes motoras graduadas.

Estimulación de la Médula Espinal