La bursitis es una afección que impide que las articulaciones se muevan libremente debido a la inflamación. Las bursas son sacos delgados llenos de líquido entre los huesos y los músculos. Este componente lubricado evita que los huesos y los músculos se froten dolorosamente dentro de la articulación. La inflamación de las bursas puede provocar un dolor intenso en las articulaciones.

Las causas más comunes de bursitis son movimientos o posiciones inusuales que ejercen una fuerza significativa sobre las bolsas alrededor de una articulación. Estos movimientos ocurren durante actividades deportivas (como jugar al tenis) o incluso durante las tareas del hogar (como pintar paredes). La bursitis surge en posiciones tales como apoyar los codos en la mesa o pasar mucho tiempo de rodillas mientras trabajas en el jardín. Las afecciones médicas más comúnmente relacionadas con la bursitis son la diabetes, la artritis reumatoide y la gota.

Las articulaciones que más usas tienen mayor riesgo de desarrollar bursitis, y el consejo de un médico es tener cuidado al usar las rodillas, los codos, los hombros y las caderas. Además, este tipo de inflamación puede presentarse alrededor del talón y el área del dedo gordo del pie.

El plan de tratamiento para la bursitis incluye varias actividades. Antes de que se prescriba el tratamiento adecuado, necesitas un examen completo, durante el cual el médico revisa tus síntomas y el estado actual de tus problemas articulares. Un especialista podría sugerir:

  • Fisioterapia
  • Medicamentos antiinflamatorios
  • Inyecciones de corticosteroides
  • RHCE (reposo, hielo, compresión y elevación)

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